lunes, 23 de mayo de 2016

El Lodazal


El tiempo se detuvo, siempre es hoy y nunca es mañana.
 


Lo externo a ti continúa su curso natural, aislándote en una burbuja donde todo permanece inerte. Un microcosmos donde lo diplomático es el estatismo, donde la gravedad es tan desmedida que te arrastra hacia las profundidades de la ciénaga que te envuelve. 



Estás yaciendo entre el fango, hundiéndote en él lenta pero inevitablemente.


Observas a los demás y ninguno de ellos se adentra en tu parcela, ese lodazal que acabará por engullirte. Se mueven a tal velocidad que sólo distingues sus borrosas siluetas, desplazándose raudos hacia aquellos objetivos que sacien exclusivamente sus propias necesidades. La empatía y la camaradería dejaron de ser un modelo deseable de conducta en la Era del Ego.



Aunque... ¿no será acaso un espejismo, y ni siquiera ellos tienen un suelo firme sobre el que pisar? 



Dejaste atrás pedazos de ti al sobrevivir a los impactos del ayer, y crees tener dos opciones: adaptarte a tu nueva fisionomía y aprovechar tu estado mas liviano, o emprender el camino de retorno recogiendo tus sobras, en un intento de reconstruirte de nuevo. No mirar hacia atrás, o sumergirte en la Nada más profunda.



Pero la vida nunca va hacia atrás, lo pasado murió ya.


Y sé que ahora mismo te preguntas: "¿Pero quien te dice que no hay algo dentro de mi que me empuja a no pelear? ¿Puedes llegar a entender que la esperanza se evaporó dentro de mí? ¿Por qué no he de morir, aquí y ahora?". Ante esto, te invito a que repitas conmigo: 



"Siempre estaré bien mientras esté vivo."


Nadie te obliga a luchar, es simplemente una cuestión de orgullo. Si quieres sobrevivir, has de bracear vigorosamente. Punto.



Arriba o abajo, vive o muere.





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domingo, 24 de abril de 2016

Esmeralda (Círculo Perfecto)



Usaré mis alas de nuevo, aquellas que mutilé para no intentar tocar el cielo de nuevo. Porque la caída puede fracturarme por completo, pero la plenitud de un solo segundo de máxima calidez siempre compensa que todos mis huesos se pulvericen.




Escarbaré entre la basura donde lancé mi corazón, aquel que arranqué de mi pecho para no volver a sentir nada. Sin él no podría inundarme de todo lo bueno que tu existencia puede aportarme.




Afilaré mis uñas, aquellas que limé para no volver a dañar a ningún ser viviente, ya que puedo necesitarlas para defenderte de cualquiera que quiera lastimarte... Verte sufrir no es una opción.




Fabricaré una nueva llave para la coraza que me envuelve, para que puedas ver mi interior con todos sus matices, luces y sombras. No quiero esconderme, ni siquiera cuando menosprecie alguna de mis facetas, quiero que mi interior sea en todo momento accesible para ti.




Tatuaré sobre la máxima que marqué con hierro y fuego sobre mi piel, aquella que reza "no confíes tu vida a nadie". De esta forma podré saltar hacia tu vacío sin miedo.




Adaptaré mi visión, aquella que perdió la capacidad cromática para ver en escala de grises el mundo cruel e inerte en el que vivimos. Sin ella, no conseguiría perderme entre este firmamento esmeralda.


El círculo perfecto que ansío.




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lunes, 18 de abril de 2016

Servicio de Crédito Biológico


La sala de espera estaba abarrotada, repleta de gente visiblemente nerviosa y asustada. La mayoría ni siquiera permanecía sentada, estremeciéndose cada vez que las enfermeras acudían preguntando por alguno de los presentes. 


Para todos ellos, ese lugar era la única opción viable para resolver sus problemas. Aunque la solución implicara que muchos no volverían a ver nunca más a sus seres queridos. 


Era fácil descubrir quienes eran. Al oír sus nombres, se desataban las lágrimas y los lamentos de sus familiares. Los demás le aplaudían, alababan su valentía al afrontar la maldita crueldad de este mundo.


Desde hace unos años, la tasa de desempleo sobrepasa el 60% y la Sanidad es un prestación totalmente privada. Nadie se opuso al Gobierno cuando se legalizó el comercio de órganos y se creó el Servicio de Crédito Biológico, sobretodo porque no ofrecieron alternativa alguna para revertir la agorera situación.


La Élite convenció con su propaganda a la clase humilde, era necesario acometer tan magno sacrificio en nombre de la Patria y la Familia. Continuaron sus vidas llenas de excesos, sustituyendo sus maltratadas entrañas con todo el patrimonio visceral obrero que pudieron comprar.



Ahora los ricos son más longevos y los parados son desmontados.




Este Microrrelato de 200 palabras participa en el Concurso "MicroTerror V" que organiza El Círculo de Escritores.


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jueves, 7 de abril de 2016

Bark Drimmel


Ya en nuestro primer contacto, dejó patente su fuerza desmedida y su carácter insurrecto. A pesar de estar amarrado, fueron necesarios cuatro hombres fornidos para contenerle y trasladarle al que sería su nuevo alojamiento. Un cuarto minúsculo con una cama y un pequeño armario como único mobiliario. Mientras era arrastrado, gritaba: 


“¡Me encerraréis aquí, pero nunca quebraréis mi voluntad! ¡Soy Bark Drimmel, un Hijo de Marte, putos terrícolas! ¡No podréis someterme nunca!”


Aunque todos los confinados allí eran tan extravagantes en todo lo que eran y hacían, él destacaba entre todos ellos. Su metro noventa de altura llamaba la atención de cualquiera, pese a que más tarde me aseguró que eso era considerado ligeramente sobre la media en su tierra natal. Junto a su piel lechosa, carente de vello corporal y llena de laceraciones amoratadas, formaban un coctel difícil de obviar.


Durante aquellas semanas fue el tema central de las conversaciones entre el personal, rumores sin confirmar sobre su leyenda personal y cómo había sido capturado, si bien él por su parte nunca confirmó nada de todo aquello. Rechazaba cualquier comunicación con nosotros y el resto de los cautivos, nos consideraba poco dignos en comparación a los de su “raza divina”.


Me costó varios días ganarme su confianza, que viera más allá de mi status de “carcelero terrestre”, a alguien dispuesto a escucharle. Conseguí hacer desaparecer su reticencia a relacionarse cuando, durante una larga e insomne noche, nos hicimos mutua compañía.


Le resumí mi biografía vital, sin cohibirme tanto en emoción como en opinión, me mostré tan transparente como pude. Logré mostrarle esa esencia que compartimos todos los seres vivos, esa que nos hace empatizar con otros y convertirlos en iguales. A partir de ahí, fue él quien me correspondió narrándome la Historia de su estirpe marciana y sus propias hazañas.


Me contó como el Clan de los Elementales realizó un experimento en nuestro Sistema Solar. Originarios de Antares, una de las estrellas más luminosas del firmamento, y siendo poseedores de la tecnología más avanzada de todo el Cosmos, se dedicaron a diseminar sus creaciones orgánicas en cada uno de los planetas que lo forman. Algunas no florecieron y desaparecieron, otras germinaron y prosperaron, como es el caso de Marte y la Tierra.


Aunque tenían algunas leves modificaciones genéticas específicas para hacer posible una mejor adaptación a cada medio en particular, partían de un diseño biológico similar. Me argumentó que, por dicha razón, no se aprecia mucha diferencia morfológica entre nuestras especies y se nos puede confundir a simple vista. Todo eso de los “hombrecillos verdes y cabezones” es una falacia producto de la fantasía colectiva desmedida de la ignorancia terrestre.


Su piel demacrada se debía a la fotosensibilidad y a nuestra agresiva atmósfera rica en oxígeno. En el Orbe Rojo viven bajo tierra y requieren una cantidad mínima de O2 para respirar. Y es precisamente su escasez de recursos naturales lo que gestó esa personalidad conquistadora y beligerante marciana, esa obligación moral que les empuja a apoderarse de los bienes de otras civilizaciones.


Siempre le escuchaba sin juzgarle, aunque supiera que todo aquello era un elaborado delirio. Bark sólo necesitaba algo de atención y cariño mientras los antipsicóticos que le administrábamos iban estabilizando el desequilibrio neuroquímico que le provoca su enfermedad mental.


Tras el paso de los días acabó recordando que realmente se llama Mark, que es uno de los nuestros y padece esquizofrenia además de neurodermitis. No es un guerrero, no surca el espacio para invadir otros mundos, vive confinado en casa de sus padres con una única ocupación: 



Tratar de discriminar qué es real y qué no. 




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martes, 29 de marzo de 2016

Alegría



Es como un motor que se alimenta de emociones y experiencias, que sabe que la vida dura un suspiro y la apatía duele más que el propio sufrimiento. De una gran cilindrada, éste es capaz de desarrollar un torrente de sensaciones de una minúscula vivencia. 


Como tras una avalancha, su intensidad puede incapacitarla momentáneamente, como si miles de voces susurraran al unísono sus diferentes opiniones acerca de ello. Tener un corazón de gran tamaño le oprime los pulmones cuando bombea con mayor vigor, cuando necesita cada molécula de oxígeno que contiene su entorno.


Usa como brújula el instinto, es lo suficientemente sensata como para utilizar el sentido común y trazarse una ruta, lo suficientemente valiente como para afrontar los obstáculos que se le presenten y no desfallecer, lo suficientemente idealista como para creer que existe algo más allá de la derrota y exigirse el máximo.


Es como un baúl que alberga sus recuerdos y sentimientos tras una inexpugnable cerradura, forrado de lija externamente, tapizado de encarnado terciopelo en su interior. Si tratas de abrirlo por la fuerza te erosionarás las yemas de los dedos, dejarás tu piel y tu sangre sobre su superficie. Obtener su llave es un privilegio, aprendió hace tiempo que su esencia tiene valor, que su atención no se regala. Que su transparencia no es gratuita.


Cuesta mucho ganarse su confianza, pero si traspasas esa barrera todo cambia. Para ella, la amistad es un punto de no retorno, el regalo que concede tras haber coronado su cima. Por ello es capaz de entregar su alma por la de cualquiera que estime, siendo leal y sacrificada cuando se requiere su ayuda. 


En contraste, nunca te pedirá apoyo cuando lo necesite, ya que la prioridad es salir de ello por sus propios medios. Independiente, maniática y metódica, exige poner su firma personal a cada acto que realiza, utilizar sólo los recursos y herramientas de su kit personalizado. Puede llegar a pecar por ello de orgullosa, ya que incluso en lo más profundo del pozo rechazará tu soga si cree que puede escalar.


Inquieta, precisa de estímulos constantes que rellenen cualquier pausa, la inactividad no es una opción. Disfruta de la actividad física, descarga ese exceso de vigor que posee por defecto. Coqueta, se preocupa por su aspecto potenciando su envoltura con elegancia y naturalidad, plasmando en su mitad izquierda cromáticos mensajes hipodérmicos que completan su autoimagen.


Tiene el Gen de la Rebeldía, del disidente, de aquel que no se somete y se opone a la hipocresía y la intolerancia. Se muestra desafiante ante sociópatas e imbéciles, denuncia públicamente que el honor, la fraternidad y el respeto son una obligación como ciudadano. Que ser honesto importa.


Llama la atención su sonrisa, llena de confianza y amplitud. Certifica su actitud alegre, ya que no hay desgracia incapaz de ser invertida con imaginación, ingenio y coraje. Deja claro su mensaje: “No he nacido para sufrir gratuitamente”. Objetiva con sus actos, se guía por dogmas morales muy concretos: Integridad, Justicia y Esfuerzo. 


Nunca recurre a la mentira, elegirá el silencio o te ignorará antes que faltar a la verdad. Le resultaría fácil engañar ya que es capaz de ser buena actriz, pero nunca lograría obviarse a sí misma el embuste. O se exhibe tal y como es… o no se expone en absoluto.


Es de puño izquierdo en alto, sueña con una sociedad más honrada y pulcra, que no esconda a sus víctimas bajo la alfombra. Una donde todos tengamos las mismas oportunidades, donde la dignidad existencial sea un derecho fundamental y no un beneficio exclusivo de la Élite. No es cuestión de caridad sino de solidaridad.


Trabajadora, desconfía de la idea de talento frente al entrenamiento, siendo la práctica el camino más corto hacia la excelencia. Es constante y paciente, conocedora del hecho de que, para construir un muro resistente, hay que aprender a colocar correctamente cada ladrillo.


Atesora una visión realista, capaz de vislumbrar esa aburrida escala de grises que envuelve el mundo. Lejos de resignarse, se vuelca obsesivamente en colorear lo que le rodea para exponer una nueva verdad, que lo utópico ya es posible desde el momento en que decides luchar por ello.


Espiritual y mágica pero no religiosa, no etiqueta su misticismo bajo ninguna doctrina concreta, disfruta mucho más mezclando sus conceptos, dejándose hechizar por todo sin adoptar nada. Cree en la Luz de la Ciencia, pero también bucea en las oscuras lagunas de ésta.


Percibe la Naturaleza como un Todo, una red global de energía donde cada ser está interconectado y depende de los demás. Ama los animales, les coloca a la altura humana y cuida de los suyos como si hubieran surgido de sus entrañas. Muy empática, el sufrimiento se le atora en el espíritu cuando ve a alguna criatura cándida soportar un calvario.


Peculiar, dispar y “loca”, no se condiciona por la crítica aunque pueda resultarle inmerecida, desproporcionada o carente de compasión. Nadie comprende todos los matices que deposita en su mente soñadora, ni nadie tiene que vestirse con su misma piel. 



Ella tiene sus manos en el timón, ella es quien dirige su nave.




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viernes, 25 de marzo de 2016

Disparando Indiscriminadamente


Odio a los mentirosos
, porque creen que diciendo lo que no es todo mutará hacia su perspectiva manipulada. Colocan trabas a la objetividad sirviéndose de la falacia, y a menudo lo consiguen, ya que sólo hace falta sembrar una duda para que crezca un árbol lleno de desconfianza. 



Si se planta más de una, la realidad precipita con certeza en la entropía.


Odio a los hipócritas, porque exigen a los demás que den lo máximo de sí mismos pero son laxos con su propia ética. Se aprovechan de las situaciones a posteriori, eligiendo sus juicios de valor dependiendo de en qué lado de la línea estén. 


Si la cruzaron, se defenderán. Si la cruzaste, te crucificarán.


Odio a los fotófagos, porque engullen la luz de los demás sin importarles un ápice el sino de quien parasitan. Nadie es omnipotente, todos necesitamos alimentarnos de cariño y atención, pero si no hay retroalimentación acaba resultando un simple saqueo, un acto de pillaje. 

Una violación a la vitalidad.


Odio a los egoístas, porque nunca quieren pararse a pensar que el mundo no gira alrededor de ellos. Guardan celosamente todo aquello que podrían entregar al resto pero que prefieren conservar para sí mismos, sumergiéndose en un autismo narcisista voluntario. 

No saben cómo liberar el ombligo.


Odio a los cobardes, porque se aferran a la zona de confort para nunca ir más allá. Se resignan ante el fracaso, asumiendo que "los valientes" pelean al no experimentar miedo, engañándose para no aceptar que todos poseemos rincones sombríos en nuestras almas. 


Ser audaz es lidiar con tu propia oscuridad.


Odio a los amantes silenciosos, porque sus vidas serían diferentes si desarmaran de una vez sus temores. Es mejor estar solo que mal acompañado, pero también es mejor estar bien acompañado que solo. Y la vida es tan corta como una exhalación, no espera por nadie. 

Ya no está de moda el sacrificio sentimental.




Odio el amor, porque todas te aprecian pero ninguna te entrega su corazón, aún palpitando entre sus manos, aunque a ti sí que te lo exijan. Siempre acaba sabiéndome agridulce al ser mas cómodo recibir que dar, al hundir una señal de "Entrada Prohibida" que sólo inhabilita su trayectoria hacia mí. 


Soy fácil de querer y difícil de amar.


Os odio a todos, porque estáis inacabados y no os importa un bledo. Atesoraba un frasco repleto de fe en vosotros, ahora escondo vuestros cristales bajo mi alfombra mientras me pregunto "¿cómo puede evaporarse tan rápido la esperanza?". La única respuesta posible es:


"Sólo puedes odiar aquello que una vez amaste".


Y por eso también me odio a mi mismo, porque no importa cuanto me esfuerce, en algún momento erraré y pecaré como todos. La perfección es una utopía más, nunca estaré completo, nunca seré libre. Sólo hay una manera de contrarrestar esta revelación que clama mi autodestrucción. Un nuevo mantra para pelear al menos por nuestra salvación:


"Nunca me amaré tanto como yo te amo".




PD: También odio a Instagram, cuya política sexista va a permitir que yo pueda colgar esta foto sin ponerme ninguna pega mientras a cualquier mujer se la borraría instantáneamente.



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lunes, 21 de marzo de 2016

Diario de un Cautivo


Querido Diario: Hoy ha sido, con diferencia, el peor día de todo mi cautiverio. 


Cuando he abierto los ojos, me he encontrado al más delgado de mis guardias ahí plantado, junto a los barrotes de mi jaula. Estaba observándome con una expresión de gozo que me perturbó al instante. Lo percibió, esbozó una sonrisa aún más amplia, se acercó a mí y comenzó a manosearme. 


Ya he aprendido a dejarme llevar en momentos así, sé que si grito y trato de defenderme el castigo será peor. Se aferrará con más fuerza a mi cuerpo, me zarandeará hasta que me de por vencido. Cuanto menos resistencia pongo antes acaba el suplicio. Ni siquiera tiemblo ya cuando sus manos rozan mis genitales.


Poseen tal superioridad frente a mí, tanto intelectual como físicamente, que mi huída de aquí es toda una utopía. No soy capaz de descifrar su tecnología, y si no fuera así, tampoco dispongo del tiempo suficiente para adquirir el grado de destreza que ellos exhiben. 


Sus complexiones son inmensas, más de diez veces mi volumen. Auténticas moles que se desplazan a velocidades de vértigo, con una gracia en sus movimientos que hace sonrojar mi torpe evolución. Son tan poderosos como la Naturaleza misma, y yo no. Son dueños de mi Destino.


Me frustra mucho que usen un galimatías cuando se comunican conmigo. Entre ellos, utilizan un lenguaje de tono grave, pausado, dispar y dinámico, pero a mí me toca una especie de jerga que se torna aguda, apresurada, repetitiva y monolítica. ¿Seré digno en un futuro para poder interactuar con ellos en el complejo argot de la casta? La barrera idiomática sigue siendo infranqueable… ¿cómo voy a negociar mi libertad entonces?


Sueño con escapar, más aún cuando mis carceleros han llevado hoy mi mortificación a un nuevo nivel. En vez de los coloridos trajes de presidiario que me suministran aleatoriamente para tapar mis vergüenzas, me vistieron con una túnica albina, llena de ridículos bordados que no hicieron más que agigantar la vejación a la que sería sometido.


Se reunieron con el resto de su clan en un extraño lugar, donde imágenes de cadáveres decoraban los muros. Me postraron frente a un hechicero, de ostentosa indumentaria y discurso gestual caótico, que oscilaba violentamente entre la cólera y la docilidad. Cuando acabó su monólogo, se dirigió hacia mí, me agarró y me torturó. Aún me sobrecoge el líquido recuerdo de la asfixia, de las zarpas de ese anciano sumergiendo mi cabeza bajo el agua sin piedad.


No supe si aquello era un interrogatorio o una ejecución, pero supliqué por mi vida como nunca, una auténtica reacción visceral y honesta. Lloré, pataleé… no me contuve con mi plegaria. Todos rompieron en carcajadas, complacidos con mi sufrimiento. Degradarme parecía ser lo único que motivaba a toda ese jodida raza de monstruos al completo.


Y es que todos querían su momento y todos lo tuvieron. Festejaron durante horas su dominio delante de mis narices, llenando su insaciable apetito con los más variados manjares, mientras a mí me forzaron a tragar esa mierda homogénea con la que nos alimentan a los esclavos. Sus alientos pútridos cerca de mí me daban náuseas, pero sólo era capaz de titubear debido al pánico.  


Tanta angustia sentí… que caí exhausto en un profundo sueño. Acabo de despertar, estoy de vuelta en la oscuridad de mi celda y los dos guardias están dormidos. Aún sigo confuso, pero ahora es el momento perfecto para procesar todo esto, para encontrar una salida fuera de aquí.




El primer paso será descubrir qué significa eso de “Bautizo”, se lo he oído pronunciar a todos ellos.


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Por si no has descubierto quién (o qué) es el prisionero, por si te ha parecido un Relato caótico y sin sentido... te doy la clave para entenderlo: 


El prisionero es un bebé.


Ahora, reléelo y todo cobrará sentido. Puede que esta vez hasta te rías.




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